El texto que reproducimos a continuación es una copia fidedigna del publicado en Oviedo, en 1849, por la imprenta de D.B. González y D.D. González Solís; por lo tanto, la ortografía es diferente a la actual pues es anterior a la estandarización definitiva que produjo, en 1854, la publicación de la “Ortografía de la lengua española”, guía de la Real Academia Española de la Lengua.
FABRICA DE ARMAS DE OVIEDO
LOS ARMEROS DE OVIEDO
Comparados con los de Placencia, Eivar y Sevilla en tiempos de parada ó de escasísimo trabajo de armas por falta de caudales en las fábricas.
LOS DE PLACINCIA Y EIVAR.
En estas épocas se dedican á lo siguiente:
Hacen piezas sueltas de armamento, las llevan á la sala de exámen, y estando examinadas, aprobadas y marcadas no las entregan en la fábrica, las sacan y las empeñan ó las venden á los comerciantes de víveres. Estos las venden á la fábrica por todo su valor, cuando en la fábrica hay dinero.
A hacer escopetas y á venderlas en toda la Península y América.
Trabajan en la quincalla, guarniciones de hierro para puertas y ventanas y obras de cerrajería que venden en Madrid y otros puntos.
Trabajan en las herramientas y máquinas para la industria fabril algodonera, lanera, linera y otras que de poco tiempo á esta parte se han puesto y siguen estableciéndose en Alava, Vizcaya y Guipúzcoa.
LOS DE SEVILLA.
En esta época siguen disfrutando el pan y prest como armeros filiados.
Con esta prevision propuse y octuve de S.M. que los armeros de Sevilla formasen una compañía y en todo tiempo disfrutasen con que vivir, y se pudiese contar con todos ellos para el trabajo en el momento en que hubiese dinero.
Se dedican á todos los ramos de industria y de trabajo á que pueden aplicarse en una ciudad muy populosa en donde hay bastantes fábricas y obras.
LOS DE OVIEDO.
No se dedican á hacer piezas de fusil, porque aquí no hay costumbre de comprarlas, pero nunca se compra si no se hacen y se solicita la venta.
De todos los armeros habrá una docena que trabajen en escopetas, los demás no teniendo costumbre ni fondos para empezar á trabajar, es seguro que no se dedicarán á ello, sin el auxilio de algún capitalista.
Por falta de industria fabril en la provincia, por falta de fondos y de costumbre de trabajar en objetos de comercio para el interior ó para exportación, quedan parados y sin recursos con que vivir luego que la fábrica para por falta de fondos, y se ven precisados á malvender las herramientas para vivir, esperando que habrá trabajo cuando esta esperanza no se realiza, se ven obligados los maestros, oficiales y aprendices á emigrar en busca de trabajo.
Cuando hay dinero y se quiere que trabajen, hay que empezar por comprarles las herramientas y por llamarlos de largas distancias, y por los regular no vuelven los que se hallan bien acomodados.
Los remedios que pueden aplicarse para lo sucesivo son los siguientes:
1.º Pedir á S.M. que se filien todos los armeros de la fábrica que voluntariamente quieran y tengan la aptitud física y artística y artística, formando con ellos una brigada, cuyo jefe sea el director de la fábrica con total independencia de los gefes del 4.º regimiento, cuya brigada tenga la misma organización que las demás brigadas de artillería.
El número total de maestros, oficiales y aprendices es de trescientos cuarenta y nueve: de estos 183 casados, 19 viudos y 147 solteros.
Los armeros filiados tendrán siempre con que vivir.
Las razones que hay para filiar los armeros de las fábricas son las siguientes:
1ª La tropa de infantería, caballería, artillería é ingenieros están filiados en todo tiempo por que se necesitan para sostener la paz interior y para combatir los enemigos esteriores: para lo mismo se necesitan las armas y los armeros constructores.
2ª Los armeros de las maestranzas y regimientos son filiados. Si estos son necesarios para componer las armas, los armeros se fábricas son necesarios para hacerlas.
No hay ninguna causa, ni motivo justo para tener filiados los armeros recomponedores y no tener filiados los armeros constructores.
3ª Estando filiados los armeros de fábrica, cuando por falta de fondos no se podía trabajar, tienen con que vivir y siempre están prontos á trabajar luego que hay caudales.
4ª Sino están filiados cuando hay falta de fondos, se ven obligados á emigrar y á dedicarse á otros ramos de industria, aborrecen el oficio de armero que no les da de comer, se aficionan al nuevo oficio, y cuando se les llama para trabajar no vienen.
5ª De aquí resulta que en tiempo de guerra tenemos que comprar fusiles en el extranjero, caros y malos, con riesgo de que lleguen fuera de tiempo oportuno, de que se pierdan en el tránsito y se apoderen de ellos los enemigos, y de que se pierdan en el punto donde se compraron, con solo que el gobierno de aquella nación prohíba la esportacion.
6ª En Lieja, ciudad tan manufacturera de armas de fuego, se fabrican para la mitad de la Europa; mas de veinte mil almas están dedicadas á la construcción de fusiles, cuya industria ejercen libremente.En esta ciudad tiene el gobierno Belga su fabrica de fusiles, y todos los operarios son filiados, y disfrutan pan y prest y trabajan por tareas ó á tanto la pieza, de este modo reúne en la fábrica los mejores armeros y con ellos hace todos los fusiles que necesita.
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